Necesito una dosis de “no
realidad” una fuga, un descanso... Dadme un poco de opio de aquel
que os funciona tan bien con el pueblo sumiso, no puedo más...
Quiero ser ignorante y dejar de sentir dolor, dolor y podredumbre que
huele a esclavitud. Dame un segundo de desconexión, de felicidad
plena... Para que no me ahogue tanta injusticia. ¡Déjame vivir, déjanos vivir, dejadnos vivir! Vuestra
riqueza esta manchada de nuestra bilis. Mentiras, todo mentiras... No
os creáis nada o creéroslo todo para seguir viviendo... Mi mente
está esparcida, la verdad es dolorosa y punzante, cada vez se clava
más profundo, te arrastra al infierno y cuando miras arriba sólo
ves un horizonte repugnantemente corrupto, depravado... ¿Qué podemos hacer? ¿Qué salida
existe? ¿Te sometes o luchas y si luchas cómo lo haces?
Esther-Ruth ©
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