Siento que estoy perdiendo el norte. Mi vida comenzó a cambiar a finales de octubre, con una notícia que me partió el alma. Aunque había un margen, una esperanza.
Desde entonces el día a día ha sido muy duro, despertarse por la mañana y tener la energía de seguir al nivel que tenía que estar ya era mucho. Por suerte hubo unos días de tranquilidad y respiro, creía que era un milagro o una compensación del universo.
Pero pronto todo volvió a torcerse… Yo tenía la intuición de que podía pasar, advertí y desgraciadamente no me equivocaba.
Demasiados señales alrededor, avisos, energías extrañas…
De repente todas las sospechas no oficiales sobre el sistema y la sociedad se van confirmando. Y sigo aquí en esta extraña espiral que trae incertidumbre. No puedo evitar sentir la responsabilidad de hacer algo. Pero en este mundo eres un loco solitario si no sigues la corriente de las masas.
Siento más tristeza por como se someten las personas que por la problemática que está encima de la mesa, que en realidad parece no ser más que una excusa para exprimir los cerebros e imponer una cárcel sin barrotes de la que no sé si saldremos algún día.
De momento todo ha cambiado. Afortunadamente existen más locos que miran más allá y son conscientes de lo que pasa.
Pronto o no, habrá una solución, un veneno validado por la ciencia. Tal vez un veneno que ha hecho que de nuevo me encuentre en esta espiral. Todo está conectado, parece que el mal existe y actúa contra nosotros.
Sí, tal vez estoy perdiendo el norte. Mientras pueda dudar de ello hay posibilidades de seguir y luchar por la verdad.
Esther-Ruth
Comentarios
Publicar un comentario