Y en esta dualidad de la vida, del bien y el mal, de la luz y de la oscuridad, se alzan los soldados. Soldados de la luz y de la oscuridad.
Hay soldados de la oscuridad, disfrazados de buenas intenciones, convencidos de ello. No ven que su alma ha sido manchada de negro. No batallan, no dejan brillar, abandonan a los seres a los que tendrían que defender a su suerte, acelerando su fin. Se rinden.
Y esa energía se impregna en el aire, en el ambiente, en la dimensión presente. Pasean con su guadaña, no hay esperanza, y cuando no hay esperanza, nada es.
Y hay soldados de la luz, esos guerreros que no se rinden, que vibran entre fuerzas mágicas, fuerzas de fe. Y crean realidades. Son seres empáticos, seres que batallan.
Esther-Ruth ©️
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